Una vez decidida la adopción de un galgo para nuestra familia, teníamos claro que lo que queríamos era una hembra, tengo predilección por ellas, todas mis mascotas han sido hembras siempre, aunque nunca he tenido el afán de criar con ellas, es mas bien, sentir que tengo "una amiga"
Empezamos a buscar primero en las asociaciones, protectoras y refugios que hubiera por nuestra ciudad, nosotros vivimos en Tarragona, España, pero los pocos ejemplares que encontrábamos en adopción se los quitaban de las manos, supongo que porque Cataluña no hay caza con galgos ni podemos, entonces suelen ser animales derivados desde otras provincias donde si se realiza esta "afición".
Ademàs, nos guiamos mucho por nuestro corazòn, donde encontráramos el galgo que nos robara el corazòn iríamos a por èl, aunque se encuentre en la otra punta de España y asì lo hicimos, bueno, casi....
Así, es còmo nos llegò una publicaciòn compartida en Facebook desde Murcia, en el refugio Almohadillas Felices avisaban que tenìan un galgo español en adopciòn, sexo hembra, saludable, recièn abandonada por su cazador... al ver las fotos, y los videos que compartieron en el refugio decidimos preguntar si la enviaban hasta Tarragona, porque debido a la pandemia y las restricciones de desplazamiento serìa imposible ir a buscarla por nuestra cuenta, aùn no queríamos ilusionarnos porque podrían negarse, pero para felicidad nuestra estaba disponible y nos la podían enviar por medio de una empresa de transportes exclusiva para animales, eso era genial!